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miércoles, 20 de mayo de 2015

¿ QUÉ ES ESO DE PEDAGOGÍA Y EDUCACIÓN EN COMPLEJIDAD? POR: MERCEDES SALAZAR PLAZAS

El artículo ¿Qué es eso de pedagogía y educación en complejidad?  Intenta  resolver el problema de la relación entre educación y complejidad en el  marco de las ciencias de la complejidad, para lo cual Maldonado (2014),  elabora un estado del arte sobre el tema.  La tesis que defiende es que en el mundo actual el espacio apropiado de la educación ya no es el de las ciencias sociales, ni aplicadas sino las ciencias de la complejidad. Por lo anterior, justifica su texto a partir de dos argumentos: primero, se debe considerar el lugar de la educación en contextos y tiempos que se caracterizan por ser complejas; y segundo, la elucidación de lo que significa comprender la educación como un sistema abierto, para luego sacar  conclusiones que signifiquen culturalmente las relaciones existentes entre educación y pedagogía con respecto a las ciencias en mención.

El Discurso de este artículo, está estructurado por una introducción, el estado del arte, la pregunta y las conclusiones.  En la introducción, el autor enfatiza sobre el interés que ha surgido en la comunidad educativa, acerca  del tema de la complejidad y  los sentidos que se le han asignado al mismo,tales como: “educación en complejidad”, “pedagogía de la complejidad” y “educación y complejidad”, y que han encontrado eco en las ciencias sociales y humanas. Luego, el autor lo contextualiza  en América  Latina,  por el prestigio que dicho término  ha ido ganando  en las diferentes dimensiones y  niveles sociales y  por tanto se torna ineludible para ser estudiado en el marco de las redes complejas.  Para el caso de la educación- que ha estado asumiendo modas desde los centros de poder y desde las políticas públicas, lineamientos internacionales y redes de conocimiento-,  no es ajena a los contextos y tiempos de este tipo de contenidos.

Por consiguiente, el estado del arte revisa lo relacionado con la educación y complejidad y se inicia desde una evaluación crítica, que permite analizar a la comunidad de educadores y pedagogos a quienes el autor los percibe como representantes de posturas  de movimientos revolucionarios conservadores.  Lo anterior, lo explica  a partir de la  historia del Movimiento Intelectual Conservador Alemán de la postguerra,  quien en su época estuvo orientada contra el comunismo y la democracia capitalista basado en la idea de comunidad,  más allá de la lucha de clases sustentada en: Nietzsche, Thomas Mann, Hugo Von Hoffmansthal  y que tiene gran apogeo en la República de Wimar.  También, se planteó el progreso de humanidad desde la educación para conseguir mejores estadios de la condición humana. La educación por tanto,  ha estado entre ser transformadora/restringente, factor de cambio/disciplinante y normativa, aspecto que la hace ver reflejada en la revolución conservadora. Maldonado, se muestra en contra de estas posturas porque considera que la educación si aporta a los cambios de los procesos sociales y culturales, pero estos necesariamente no se efectúan por procesos y dinámicas educativas, porque para él esto sería reduccionismo y simplismo.

Para encontrar asidero a sus reflexiones, vuelve la mirada a los lineamientos filosóficos de la educación en occidente del siglo XVIII y XIX,  centrados en Rousseau, Pestalozzi, Goethe, W. James, la Escuela de Frankfurt, Piaget y las competencias.  A partir de este contexto, ubica el pensamiento complejo en América Latina propuesto por Morin, con su texto Los siete saberes necesarios para la educación del fututo, que al decir de  Maldonado es un texto débil a nivel argumentativo e epistemológico pero a la vez, reconoce que tiene gran acogida en algunas Universidades de América Latina que han  pretendido hacer un enlace entre educación y complejidad.   Por lo anterior,  explica en este artículo, que la comprensión de los fenómenos, sistemas  y comportamientos complejos no se puede realizar desde la postura moriana sino desde las ciencias de la complejidad que tienen mayor consistencia epistemológica y científica pero poca acogida entre los que se han formado en ciencias sociales y humanas, como el caso de la educación.
Aclara, que las ciencias de la complejidad  son un conjunto de disciplinas, enfoques, metodologías, lenguajes que devienen de la física, la química, la biología, matemáticas y ciencias de la computación, pero que están relacionados con las ciencias sociales y humanas con aportes de la termodinámica, la teoría del caos, la teoría de las catástrofes, geometría fractal, vida artificial, redes complejas y lógicas. Por tanto, el autor considera que en Iberoamérica no conocen los trabajos relacionados con la complejidad y educación con aportes de estas ciencias, porque ha primado la postura de Morín que no tiene en cuenta  las mismas.
  Maldonado con este artículo, quiere dar a  conocer los trabajos sobre ciencias de la complejidad y educación  del contexto anglosajón  para tal fin, cita cinco estudios que permiten afianzar los constructos teóricos sobre el tema: Davis y Sumara (2006) quienes presentan un análisis sobre las ciencias de la complejidad, educación, aprendizaje e investigación, también aportan el concepto de imbricación y a su vez,  discuten sobre la posibilidad  de elaborar currículos no lineales, para demostrar con ello, cómo,  todo lo planteado se puede enriquecer desde la investigación sobre los fenómenos de complejidad no lineales;  Doll et ál. (2006) presentan la compilación de textos sobre los entrelazamientos entre caos, educación y complejidad y  proponen una argumentación a favor de la posibilidad de atender la impredecibilidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje para lograr una aproximación más orgánica al mundo de la educación;  Davis y Sumara (2007)  analizan la necesidad de transformar la educación desde varias vías: atender los contextos y los tiempos difíciles e inestables del mundo de hoy y, profundizar en los aportes de las ciencias de la complejidad en los contextos de crisis y fluctuaciones;  Mason(2008) aporta una serie de textos que analizan las relaciones entre complejidad y filosofía de la educación, para que se piense la educación  como un todo, involucrando para ello, procesos sociales, económicos, culturales y la  interdisciplinariedad con las ciencias sociales, humanas, la física y la química;  Osberg y Biesta (2010)  proponen una relación con las conexiones entre complejidad y  políticas educativas, para lograr una mejor comprensión sobre la complejidad de la educación,  como aporte a los desafíos que debe enfrentar desde la dimensión curricular y la gestión, situación que implica hacer uso de los elementos  de las ciencias de la complejidad en diversos  aspectos constitutivos de la educación.  Con lo anterior, el autor  pretende que el lector que tiene una vinculación directa en el sistema educativo, encuentre las diferencias entre la postura de Morín y la Anglosajona y desde ahí,  pueda asimilar de manera rigurosa y sistemática las contribuciones y desarrollos en el marco de las ciencias de la complejidad.  Aclara, que los avances en esta línea están en la Universidad de Alberta en Canadá, la cual cuenta con una revista especializada donde publica trabajaos de pregrado y postgrado sobre el tema de educación y complejidad y desde donde se puede seguir avanzando en la profundización sobre el tema.

Desde esta perspectiva,  la educación en entornos y tiempos de complejidad,  se puede analizar desde la manera como se ha entendido y asimilado en el marco de la pedagogía, la filosofía de la educación, la didáctica y las ciencias sociales aplicadas. Esta significación sobre el tema, según Maldonado tiene serios problemas porque desde allí, no se crean, ni desarrolla, critican conceptos, métodos y categorías.  Por tanto, las teorías acerca de la pedagogía y la filosofía de la educación mantienen sus reservas para la generación de conceptos y reflexiones sobre enfoques y problemas porque ésta se ha quedado en esquemas pasados que no le han permitido evolucionar.  El autor, justifica este fenómeno desde las ideas venidas de Montessori, Rousseau y Goethe, Piaget y otros y lo contrasta con las escuelas y universidades ubicadas en otros contextos culturales diferentes a los maestros y profesores. Para tal fin cita a Michael Serres (2013),  quien propone el concepto de generación pulgarcita, que se relaciona con quien nace con las nuevas tecnologías y redes sociales, o los nativos  y migrantes al decir de Cassany (2012), por tanto la educación debe ser entendida como parte de las NESS. Las NESS son un programa (2010) que tiene como propósito situar a las ciencias sociales en el terreno del siglo XXI,  y tiene como soporte la economía  y se relaciona con la idea de la Comisión Gulbenkian,  de abrir las ciencias sociales (1996).

En este texto se determina,  que el situar las ciencias sociales en el terreno del siglo XXI, significa reconocer que, existe un desfase cultural por parte de las ciencias en relación con los fenómenos, procesos y circunstancias del siglo XXI, lo cual quiere decir que sus procesos y dinámicas no se relacionan con las dinámicas de siglos anteriores; y, también que las ciencias sociales deben asumir otras dinámicas que estén sucediendo en otros lugares y que pueden aportar a los sistemas sociales humanos. Así, el foco está en los fenómenos en desequilibrio o relaciones entre educación y ciencias de la complejidad. Esto se debe a que los procesos y dinámicas educativas se plantean en comportamientos alejados del equilibrio o en constante tensión como lo señalara (Saldarriaga, 2003). Los procesos cognitivos y comportamentales, implican equilibrios dinámicos por tanto,  es de vital importancia la aclaración que se hace sobre lo que significa  formarse y educarse, puesto que la formación se logra al ingreso de la universidad en pregrado y posgrado y la educación se recibe en la escuela primaria y secundaria.

En este sentido, la educación debe pensarse como fenómeno dinámico, ubicado en el mundo contemporáneo, que se mueve en espacios cambiantes y tiempos turbulentos. Por tanto, las aulas de clase, seminarios, talleres o laboratorios deben plantearse como sistemas abiertos, con estructuras y dinámicas relacionadas con el entorno. La formación y educación se caracterizan por las anteriores circunstancias y por ende dan respuesta a ellas. Es por ello, que se debe complejizar la educación para que se pueda entender como una relación entre equilibrios dinámicos y en esta medida, se hace necesario que las ciencias sociales y la educación  se abran a las disciplinas y las ciencias en general, lo cual Implica la no disciplinarización educativa y no linealización de currículos.

Es fundamental que la Educación se perciba como sistema abierto alejado del equilibrio, donde no se enfatice solo en mecanismos, técnicas y modos de enseñar porque se estaría dejando al margen los procesos de aprendizaje. De ahí, la importancia del papel de docente y la manera de asumir la enseñanza, para llegar a la reflexión que se debe realizar sobre los temas y modos que no se deberían enseñar, caso que se ejemplifica en tres casos: la ética, porque el autor  lo ve como contradictorio la existencia de un profesor, un currículo y evaluación para la misma; la metodología de la investigación, porque lo que debe enseñarse son las técnicas;  los fenómenos educativos y culturales, porque solo se debe aprende a pensar y no se enseña a pensar.  Lo que importa es que la educación se entienda como posibilidades de y para la vida, por ello el campo de trabajo es de futuros, contenidos,  restringidos o posibles. Aquí, es donde tiene sentido la carga política del proceso educativo  o de enseñanza y aprendizajes.

Para dar respuesta a la pregunta de ¿Qué sucede en la educación?  Señala que el aula es el laboratorio de la educación, pero lo que importa es entender la manera como sucede la producción de conocimiento en su primera forma.  Complejizar la educación equivale tener como referente el papel del juego, la imaginación, la fantasía, los experimentos mentales, la intuición, las redes de conocimiento, laboratorios, equipos y tecnologías e idiomas.  El trabajo debe ser por gusto y placer y los retos, desafíos y cuestionamientos, critica, autonomía deben generarse con criterios propios. 
La complejidad entonces debe ser entendida desde el interés por el aprendizaje de los sistemas, que pueden adaptarse  como resultado de la capacidad de tiene un fenómeno de ser aprendido. De esta manera el aprendizaje cumpliría con su papel de transformación de patrones, comportamientos y estructuras.  Las ciencias de la complejidad, apoyarían a los sistemas en el buen accionar en el mundo, con rigor para poder contrastar, la complejización de la educación como proceso de indeterminación de los modos de aprendizaje. 

Las conclusiones, se relacionan con la importancia de la educación para las vidas humanas que deben estar por encima de planes y políticas, estrategias, tácticas de supervivencia individual y colectiva. La tarea, consiste en elevar y potenciar la calidad y la dignidad de vida, posibilidades de gratificación de diversas maneras, en contextos inestables de crisis, en tiempos de incertidumbres y fluctuaciones del mundo.
La educación es el ámbito de la interdisciplinariedad, porque es allí donde los aprendizajes tienen cabida. La meta heurística  es determinante para comprender la complejización de la educación, porque ellas comportan el aprendizaje de las soluciones de problemas como aproximaciones, tentativas, abiertos y adaptativos más relacionados a los sistemas de los seres vivos.  La condición para trabajar con sistemas de complejidad abiertos es tener mente abierta.  Por tanto la educación o la pedagogía deben comprender la complejidad en sí del proceso educativo, por lo que se requiere transformarla en un fenómeno con máximos grados de libertad sin linealidad en las secuencias y multicausalidad de la misma.

Este texto  me deja muchos interrogantes: ¿ Cómo debería entenderse la didáctica general, especifica y disciplinaria en el marco de la complejidad?  Si la educación y la pedagogía en complejidad se analizan en el contexto del aula ¿ cómo se complejiza la educación y pedagogía desde lo cognitivo, actitudinal, práxico y la otredad? ¿ Por qué no se incluyen las voces y experiencias de maestros, maestras y profesores sobre sus propias comprensiones de la complejidad  en sí,  de su proceso educativo? ¿ cómo se debe abordar la complejidad en educación y pedagogía desde los entes institucionales que generan directrices educativas en Colombia, con los dispositivos de poder usados en otros contextos desconociendo los propios del conflicto y posconflicto? ¿cómo se debe aportar desde la maestría de educación con énfasis en formación y práctica docente la comprensión de la complejidad en educación y pedagogía incluyendo la didáctica que tiene como objeto de estudio la enseñanza? ¿ cómo hablar de autonomía en la escuela si existe dispositivos normativos que coartan el ser critico, creativo y flexible? Son muchos los interrogantes que surgen de este artículo en contraste con lo que viven los maestros y maestras  día a día y que se expresan en sus lugares de encuentro y de formación pero al final no tienen eco en quienes administran o ejecutan los lineamientos educativos en el país.

Referencias bibliográficas


CASSANY, D. (2012). LA RED Y LA ESCRITURA. En D. CASSANY, EN_LÍNEA: Leer y escribir en la red (págs. 23-116). Barcelona.: ANAGRAMA, S.Z.,.
Escuela de Ciencias Humanas de la Univeersidad del Rosario. (22 de 2 de 2002). workgroup/procesosacadémicos/Guías de calidad/60_Cómo estudiar un texto. Recuperado el 2015
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MALDONADO, C. E. (marzo-agosto de 2014). ¿ Qué es eso de Pedagogía y Educación en Complejidad? Intersticios Sociales: el Colegio de Jalisco, 7, 23.
SALDARRIAGA, O. (2003). Del oficio de Maestro: pácticas y teorías de la pedagogía moderna en Colombia. Bogotá D.C.: Magisterio.


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