El artículo ¿Qué
es eso de pedagogía y educación en complejidad? Intenta resolver el problema de la relación entre
educación y complejidad en el marco de
las ciencias de la complejidad, para lo cual Maldonado (2014), elabora un estado del arte sobre el tema. La tesis que defiende es que
en el mundo actual el espacio apropiado de la educación ya no es el de las
ciencias sociales, ni aplicadas sino las ciencias de la complejidad. Por
lo anterior, justifica su texto a partir de dos argumentos: primero, se debe
considerar el lugar de la educación en contextos y tiempos que se caracterizan
por ser complejas; y segundo, la elucidación de lo que significa comprender la
educación como un sistema abierto, para luego sacar conclusiones que signifiquen culturalmente
las relaciones existentes entre educación y pedagogía con respecto a las
ciencias en mención.
El Discurso de
este artículo, está estructurado por una introducción, el estado del arte, la
pregunta y las conclusiones. En la
introducción, el autor enfatiza sobre el interés que ha surgido en la
comunidad educativa, acerca del tema de
la complejidad y los sentidos que se le
han asignado al mismo,tales como: “educación en complejidad”, “pedagogía de la
complejidad” y “educación y complejidad”, y que han encontrado eco en las ciencias
sociales y humanas. Luego, el autor lo contextualiza en América
Latina, por el prestigio que
dicho término ha ido ganando en las diferentes dimensiones y niveles sociales y por tanto se torna ineludible para ser
estudiado en el marco de las redes complejas.
Para el caso de la educación- que ha estado asumiendo modas desde los centros
de poder y desde las políticas públicas, lineamientos internacionales y redes
de conocimiento-, no es ajena a los
contextos y tiempos de este tipo de contenidos.
Por
consiguiente, el estado del arte revisa lo relacionado con la educación y
complejidad y se inicia desde una evaluación crítica, que permite analizar a la
comunidad de educadores y pedagogos a quienes el autor los percibe como
representantes de posturas de
movimientos revolucionarios conservadores.
Lo anterior, lo explica a partir
de la historia del Movimiento
Intelectual Conservador Alemán de la postguerra, quien en su época estuvo orientada contra el
comunismo y la democracia capitalista basado en la idea de comunidad, más allá de la lucha de clases sustentada en: Nietzsche,
Thomas Mann, Hugo Von Hoffmansthal y que
tiene gran apogeo en la República de Wimar.
También, se planteó el progreso de humanidad desde la educación para
conseguir mejores estadios de la condición humana. La educación por tanto, ha estado entre ser
transformadora/restringente, factor de cambio/disciplinante y normativa, aspecto
que la hace ver reflejada en la revolución conservadora. Maldonado, se muestra en
contra de estas posturas porque considera que la educación si aporta a los
cambios de los procesos sociales y culturales, pero estos necesariamente no se efectúan
por procesos y dinámicas educativas, porque para él esto sería reduccionismo y
simplismo.
Para
encontrar asidero a sus reflexiones, vuelve la mirada a los lineamientos
filosóficos de la educación en occidente del siglo XVIII y XIX, centrados en Rousseau, Pestalozzi, Goethe, W.
James, la Escuela de Frankfurt, Piaget y las competencias. A partir de este contexto, ubica el
pensamiento complejo en América Latina propuesto por Morin, con su texto Los
siete saberes necesarios para la educación del fututo, que al decir de Maldonado es un texto débil a nivel
argumentativo e epistemológico pero a la vez, reconoce que tiene gran acogida
en algunas Universidades de América Latina que han pretendido hacer un enlace entre educación y
complejidad. Por lo anterior, explica en este artículo, que la comprensión
de los fenómenos, sistemas y
comportamientos complejos no se puede realizar desde la postura moriana sino
desde las ciencias de la complejidad que tienen mayor consistencia
epistemológica y científica pero poca acogida entre los que se han formado en
ciencias sociales y humanas, como el caso de la educación.
Aclara, que
las ciencias de la complejidad son un
conjunto de disciplinas, enfoques, metodologías, lenguajes que devienen de la física,
la química, la biología, matemáticas y ciencias de la computación, pero que están
relacionados con las ciencias sociales y humanas con aportes de la termodinámica,
la teoría del caos, la teoría de las catástrofes, geometría fractal, vida
artificial, redes complejas y lógicas. Por tanto, el autor considera que en Iberoamérica
no conocen los trabajos relacionados con la complejidad y educación con aportes
de estas ciencias, porque ha primado la postura de Morín que no tiene en cuenta
las mismas.
Maldonado con este artículo, quiere dar a conocer los trabajos sobre ciencias de la
complejidad y educación del contexto
anglosajón para tal fin, cita cinco
estudios que permiten afianzar los constructos teóricos sobre el tema: Davis y Sumara (2006) quienes
presentan un análisis sobre las ciencias de la complejidad, educación, aprendizaje
e investigación, también aportan el concepto de imbricación y a su vez, discuten
sobre la posibilidad de elaborar currículos
no lineales, para demostrar con ello, cómo, todo lo planteado se puede enriquecer desde la
investigación sobre los fenómenos de complejidad no lineales; Doll
et ál. (2006) presentan la compilación de textos sobre los entrelazamientos
entre caos, educación y complejidad y proponen una argumentación a favor de la
posibilidad de atender la impredecibilidad en los procesos de enseñanza y
aprendizaje para lograr una aproximación más orgánica al mundo de la educación; Davis
y Sumara (2007) analizan la
necesidad de transformar la educación desde varias vías: atender los contextos
y los tiempos difíciles e inestables del mundo de hoy y, profundizar en los
aportes de las ciencias de la complejidad en los contextos de crisis y fluctuaciones; Mason(2008)
aporta una serie de textos que analizan las relaciones entre complejidad y
filosofía de la educación, para que se piense la educación como un todo, involucrando para ello, procesos
sociales, económicos, culturales y la
interdisciplinariedad con las ciencias sociales, humanas, la física y la
química; Osberg y Biesta (2010) proponen una relación con las conexiones entre
complejidad y políticas educativas, para
lograr una mejor comprensión sobre la complejidad de la educación, como aporte a los desafíos que debe enfrentar
desde la dimensión curricular y la gestión, situación que implica hacer uso de
los elementos de las ciencias de la
complejidad en diversos aspectos constitutivos
de la educación. Con lo anterior, el
autor pretende que el lector que tiene
una vinculación directa en el sistema educativo, encuentre las diferencias
entre la postura de Morín y la Anglosajona y desde ahí, pueda asimilar de manera rigurosa y sistemática
las contribuciones y desarrollos en el marco de las ciencias de la complejidad.
Aclara, que los avances en esta línea están
en la Universidad de Alberta en Canadá, la cual cuenta con una revista
especializada donde publica trabajaos de pregrado y postgrado sobre el tema de
educación y complejidad y desde donde se puede seguir avanzando en la
profundización sobre el tema.
Desde esta
perspectiva, la educación en entornos y
tiempos de complejidad, se puede
analizar desde la manera como se ha entendido y asimilado en el marco de la
pedagogía, la filosofía de la educación, la didáctica y las ciencias sociales
aplicadas. Esta significación sobre el tema, según Maldonado tiene serios
problemas porque desde allí, no se crean, ni desarrolla, critican conceptos, métodos
y categorías. Por tanto, las teorías
acerca de la pedagogía y la filosofía de la educación mantienen sus reservas
para la generación de conceptos y reflexiones sobre enfoques y problemas porque
ésta se ha quedado en esquemas pasados que no le han permitido evolucionar. El autor, justifica este fenómeno desde las
ideas venidas de Montessori, Rousseau y Goethe, Piaget y otros y lo contrasta
con las escuelas y universidades ubicadas en otros contextos culturales
diferentes a los maestros y profesores. Para tal fin cita a Michael Serres
(2013), quien propone el concepto de
generación pulgarcita, que se relaciona con quien nace con las nuevas
tecnologías y redes sociales, o los nativos
y migrantes al decir de Cassany (2012), por tanto la educación debe ser
entendida como parte de las NESS. Las NESS son un programa (2010) que tiene
como propósito situar a las ciencias sociales en el terreno del siglo XXI, y tiene como soporte la economía y se relaciona con la idea de la Comisión
Gulbenkian, de abrir las ciencias
sociales (1996).
En este texto
se determina, que el situar las ciencias
sociales en el terreno del siglo XXI, significa reconocer que, existe un
desfase cultural por parte de las ciencias en relación con los fenómenos, procesos
y circunstancias del siglo XXI, lo cual quiere decir que sus procesos y
dinámicas no se relacionan con las dinámicas de siglos anteriores; y, también
que las ciencias sociales deben asumir otras dinámicas que estén sucediendo en
otros lugares y que pueden aportar a los sistemas sociales humanos. Así, el
foco está en los fenómenos en desequilibrio o relaciones entre educación y
ciencias de la complejidad. Esto se debe a que los procesos y dinámicas
educativas se plantean en comportamientos alejados del equilibrio o en
constante tensión como lo señalara (Saldarriaga, 2003). Los procesos cognitivos
y comportamentales, implican equilibrios dinámicos por tanto, es de vital importancia la aclaración que se
hace sobre lo que significa formarse y educarse, puesto que la
formación se logra al ingreso de la universidad en pregrado y posgrado y la
educación se recibe en la escuela primaria y secundaria.
En este
sentido, la educación debe pensarse como fenómeno dinámico, ubicado en el mundo
contemporáneo, que se mueve en espacios cambiantes y tiempos turbulentos. Por
tanto, las aulas de clase, seminarios, talleres o laboratorios deben plantearse
como sistemas abiertos, con estructuras y dinámicas relacionadas con el
entorno. La formación y educación se caracterizan por las anteriores
circunstancias y por ende dan respuesta a ellas. Es por ello, que se debe
complejizar la educación para que se pueda entender como una relación entre
equilibrios dinámicos y en esta medida, se hace necesario que las ciencias
sociales y la educación se abran a las
disciplinas y las ciencias en general, lo cual Implica la no disciplinarización
educativa y no linealización de currículos.
Es
fundamental que la Educación se perciba como sistema abierto alejado del
equilibrio, donde no se enfatice solo en mecanismos, técnicas y modos de
enseñar porque se estaría dejando al margen los procesos de aprendizaje. De
ahí, la importancia del papel de docente y la manera de asumir la enseñanza,
para llegar a la reflexión que se debe realizar sobre los temas y modos que no
se deberían enseñar, caso que se ejemplifica en tres casos: la ética, porque el autor lo ve como contradictorio la existencia de un
profesor, un currículo y evaluación para la misma; la metodología de la investigación, porque lo que debe enseñarse
son las técnicas; los fenómenos educativos y culturales,
porque solo se debe aprende a pensar y no se enseña a pensar. Lo que importa es que la educación se
entienda como posibilidades de y para la vida, por ello el campo de trabajo es
de futuros, contenidos, restringidos o
posibles. Aquí, es donde tiene sentido la carga política del proceso educativo o de enseñanza y aprendizajes.
Para dar
respuesta a la pregunta de ¿Qué sucede
en la educación? Señala que el aula
es el laboratorio de la educación, pero lo que importa es entender la manera
como sucede la producción de conocimiento en su primera forma. Complejizar la educación equivale tener como
referente el papel del juego, la imaginación, la fantasía, los experimentos
mentales, la intuición, las redes de conocimiento, laboratorios, equipos y
tecnologías e idiomas. El trabajo debe
ser por gusto y placer y los retos, desafíos y cuestionamientos, critica, autonomía
deben generarse con criterios propios.
La
complejidad entonces debe ser entendida desde el interés por el aprendizaje de
los sistemas, que pueden adaptarse como resultado
de la capacidad de tiene un fenómeno de ser aprendido. De esta manera el
aprendizaje cumpliría con su papel de transformación de patrones,
comportamientos y estructuras. Las
ciencias de la complejidad, apoyarían a los sistemas en el buen accionar en el
mundo, con rigor para poder contrastar, la complejización de la educación como
proceso de indeterminación de los modos de aprendizaje.
Las
conclusiones, se relacionan con la importancia de la educación para las vidas
humanas que deben estar por encima de planes y políticas, estrategias, tácticas
de supervivencia individual y colectiva. La tarea, consiste en elevar y
potenciar la calidad y la dignidad de vida, posibilidades de gratificación de
diversas maneras, en contextos inestables de crisis, en tiempos de incertidumbres
y fluctuaciones del mundo.
La educación
es el ámbito de la interdisciplinariedad, porque es allí donde los aprendizajes
tienen cabida. La meta heurística es determinante
para comprender la complejización de la educación, porque ellas comportan el
aprendizaje de las soluciones de problemas como aproximaciones, tentativas,
abiertos y adaptativos más relacionados a los sistemas de los seres vivos. La condición para trabajar con sistemas de complejidad
abiertos es tener mente abierta. Por
tanto la educación o la pedagogía deben comprender la complejidad en sí del
proceso educativo, por lo que se requiere transformarla en un fenómeno con
máximos grados de libertad sin linealidad en las secuencias y multicausalidad
de la misma.
Este
texto me deja muchos interrogantes: ¿
Cómo debería entenderse la didáctica general, especifica y disciplinaria en el
marco de la complejidad? Si la educación
y la pedagogía en complejidad se analizan en el contexto del aula ¿ cómo se
complejiza la educación y pedagogía desde lo cognitivo, actitudinal, práxico y
la otredad? ¿ Por qué no se incluyen las voces y experiencias de maestros,
maestras y profesores sobre sus propias comprensiones de la complejidad en sí,
de su proceso educativo? ¿ cómo se debe abordar la complejidad en
educación y pedagogía desde los entes institucionales que generan directrices
educativas en Colombia, con los dispositivos de poder usados en otros contextos
desconociendo los propios del conflicto y posconflicto? ¿cómo se debe aportar
desde la maestría de educación con énfasis en formación y práctica docente la
comprensión de la complejidad en educación y pedagogía incluyendo la didáctica
que tiene como objeto de estudio la enseñanza? ¿ cómo hablar de autonomía en la
escuela si existe dispositivos normativos que coartan el ser critico, creativo
y flexible? Son muchos los interrogantes que surgen de este artículo en
contraste con lo que viven los maestros y maestras día a día y que se expresan en sus lugares de
encuentro y de formación pero al final no tienen eco en quienes administran o
ejecutan los lineamientos educativos en el país.
Referencias bibliográficas
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MALDONADO, C. E.
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SALDARRIAGA, O. (2003).
Del oficio de Maestro: pácticas y teorías de la pedagogía moderna en
Colombia. Bogotá D.C.: Magisterio.
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