HIPÓTESIS:
Leer
y escribir En_ línea hoy (Cassany, 2012) es una actividad compleja que necesita
maestros que enseñen a los estudiantes a comprender la propuesta didáctica de
la red para lograr aprendizajes más significativos y desde una actitud crítica.
Pregunta:
¿Por
qué es de vital importancia que el maestro construya en el mundo virtual una
perspectiva didáctica desde la que pueda contextualizar los procesos de lectura
y escritura de sus estudiantes con el fin de propiciar aprendizajes más significativos?
Las
anteriores hipótesis y pregunta surgen de la primera parte del libro de Daniel Cassany
(2012: 23-116), y llevan a buscar
respuestas a cuestiones como las siguientes: ¿De qué maneras estamos
estudiantes y docentes leyendo o
escribiendo en la red? ¿Cómo interactuamos
online? ¿Cuáles son las características del acto
comunicativo desde el universo Virtual?
¿Cuáles son los nuevos elementos que estas generan en los ámbitos social y cultural?,
¿Qué deben hacer los docentes para trabajar en los universos virtuales, asumir
sus cambios, y utilizar de manera creativa las generaciones de herramientas que
van surgiendo?. Estas
preguntas le exigen al maestro/estudiante encontrar alternativas eficaces a las
ansiedades diarias del quehacer pedagógico. En esta perspectiva, Prensky,
Lankshear & Knobel (citados por Cassany, 2012: 23) le proponen a los
docentes /estudiantes partir del acumulado de los saberes que ya tienen para
crear metáforas que sirvan para hacer síntesis de lo nuevo en una imagen que
permita comprender de manera instantánea las incesantes transformaciones de la
red y los impactos que ellas generan (Cassany, 2012: 23).
Con
base en estos puntos de partida, el autor citado analiza los comportamientos
humanos que se encuentran en la red y los tipifica con metáforas como las que
se exponen a continuación: “Nativos e inmigrantes digitales”[1].”Residentes/visitantes”
y “consumidores/productores”[2].
“Web 2.0: la colmena y las abejas”[3].
“El vino y las botellas”[4]. “La
letra digital y los superpoderes”. “La red del demonio”( Cassany, 2012:
23-43). Caracteriza las transformaciones ocurridas en los ambientes virtuales y
reseña los artefactos o dispositivos que han venido integrándose a la red para propiciar
otras formas de comunicar, leer, escribir y usar lo que va surgiendo en el
mundo virtual.
Al
lado de lo anterior, Cassany diferencia el funcionamiento de los medios
tradicionales y de los existentes en el ámbito ciberespacial, y a partir de
allí, establece las resistencias al cambio existentes entre académicos y generaciones
inmigrantes para apropiarse de herramientas que potencien y tornen más
creativos los procesos de aprendizaje. En
consecuencia, sugiere caminos para relacionar la imprenta, los libros, las bibliotecas con
el hipertexto, el intertexto, la multimedia, las multimodalidades, el plurilingüismo, la multiculturalidad, los géneros
electrónicos, lo virtual, lo inacabado y
el trabajo en las nuevas superficies (Cassany, 2012 : 50-58).
El
reto que surge de esta apuesta por relacionar las tradicionales formas de
comunicación del conocimiento con las emergentes, evidencian el surgimiento de
un mundo complejo que exige otras formas de comprensión: unas que permitan acercarse
al mundo digital, a los problemas
relacionados con los derechos de autor y a las nuevas dinámicas de las
bibliotecas. De otro lado, el autor
propone tomar conciencia sobre los nuevos conceptos y géneros discursivos – insertar géneros- que
nacen de las dinámicas virtuales. Es decir, nos impulsa a hacernos cargo de las
exigencias que nos plantea a maestras y maestros crear narraciones que tengan
sentido para los nativos del ciberespacio.
En
resumen, se puede señalar que la comunicación digital debe estar incluida en
los currículos de las didácticas específicas, para que los estudiantes se
puedan educar en la escuela en el uso apropiado de la red mediante la exploración
y la experimentación sistemática en ámbitos como la escuela/hogar. Por consiguiente, leer y escribir se han
tornado tareas más complejas porque exigen producir “artefactos escritos”
diversos que requieren de unas nuevas competencias
específicas que se descubren cuando se trabaja en línea.
Por
otro lado, la comunicación en la red también tiene sus complicaciones. Pues el
cibernauta se relaciona por medio de ella con múltiples receptores
multiculturales con lo que se ensancha la ambigüedad por cuanto no se tiene la
capacidad de comprender todo lo que se recibe y se cae en confusiones
semánticas. A su vez, las bibliotecas deben adaptarse a nuevos retos para que
apoyen el trabajo académico del estudiante y el docente proponiendo estrategias
que les permitan trabajar sin importar los tiempos/ espacios donde se encuentren.
También
se advierte la necesidad de que docentes y estudiantes se formen en tecnologías
de la lengua para que puedan explorar diversas herramientas en los procesos de
enseñanza aprendizaje. Como lo señala Cassany (2012) la red ofrece contextos
reales y complejos que exigen a los docentes desarrollar un saber práctico sobre
lo cotidiano para motivar y encaminar a sus estudiantes a comprender y hacer
uso del saber teórico y académico que propone la escuela, pero siempre relacionándolo
con los contextos sociales, políticos y culturales en donde se trabaje. Por
último, ante los hechos reseñados, profesoras y profesores debemos aceptar que
las tecnologías no tienen vuelta atrás y, por tanto, debemos estar
dispuestas/os a comprender sus cambios y a apropiárnoslos de manera creativa
para generar aprendizajes pertinentes que se integren e interpelen con los
otros que construyen los estudiantes en esferas distintas de la escuela.
Bibliografía
CASSANY, D. (2012). LA RED Y LA ESCRITURA. En D.
CASSANY, EN_LÍNEA: Leer y escribir en la red (págs. 23-116).
Barcelona.: ANAGRAMA, S.Z.,.
Escuela de Ciencias
Humanas de la Universidad del Rosario. (22 de 2 de 2002). workgroup/procesosacadémicos/Guías
de calidad/60_Cómo estudiar un texto. Recuperado el 2015
Escuela de Ciencias
Humanas de la Universidad del Rosario. (s.f.). workgroup/procesosacadémicos/Guías
de calidad/43a_Cómo estudiar un texto. Obtenido de
workgroup/procesosacadémicos/Guías de calidad/43a_Cómo escribir reseñas
reconstructivas Guia 43a.
[1] Se concibe como nativos
a los estudiantes que nacieron después de la invención de la red pero que
tienen limitaciones para usarla. A su vez, asume que los migrantes pasaron del papel al mundo digital, como ocurre con la mayoría de maestros de
treinta años en Colombia. En consecuencia, esta metáfora sugiere que existen
dificultades para que los migrantes digitales se puedan comunicar con los
nativos lo que sugiere el reto de superar esta brecha mediante el crear géneros
narrativos compartidos para hacer más eficaz el trabajo pedagógico, puesto que
los migrantes se pueden apropiar de las nuevas tecnologías y, a su vez, los
nativos pueden descifrar las lógicas e intereses que están detrás de ellas.
[2] Los primeros son quienes viven en la red y se comunican
por WhatsApp, Twitter,Youtube, LinKedin, Facebook, Skype, entre otros, mientras
que los visitantes son los que
acceden ocasionalmente a la red y utilizan los servicios mencionados. Por su
parte, los consumidores usan las
herramientas que encuentran en la red pero no las enriquecen con sus aportes;
entretanto, los productores
interactúan usándolas pero también reelaborándolas y dándole nuevos usos. Ambos
tipos de actores deben establecer las complejas exigencias existentes para
comprender y escribir textos en papel y entrenarse en desarrollarlas; pero,
además, deben asumir los retos que plantea el leer y escribir en el mundo
virtual (Krause, 2010, citado por Cassany, 2012: 31-33).
[3] Esta metáfora caracteriza a los internautas mientras
exploran en la red y lo hacen compartiendo información y posibilitando la
participación de quienes lo quieran hacer para conformar o consolidar
comunidades digitales que se basan en la cultura colaborativa y participativa
opuesta a la de autoridades o expertos (JenKins et al., 2006; Carrington et al.
2009; Piscitelli et al, 2010, citados
por Cassany, 2012: 34).
[4]
Esta metáfora está relacionada
con la anterior porque cuestiona a los empresarios editoriales y a los
informáticos que creen trabajar en cultura y educación pero solo hacen labores
reproductivas pues construyen, montan y realizan artefactos ya existentes como
las botellas.(Cassany, 2012 :35-36)
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